Fajita de clabacín
Fajita de Calabacín: Cena ligera y saludable
La alternativa perfecta para cenas ligeras
Esta fajita de calabacín es una solución genial para quienes buscan una cena ligera pero satisfactoria. Con ingredientes mínimos pero técnica precisa, conseguimos una preparación versátil que puede adaptarse a múltiples rellenos. Su textura suave y flexible la convierte en la base perfecta para crear wraps saludables que no sacrifican sabor por nutrición. Estas de las fotos las hice con un relleno de tomates, lechugas ,, queso fresco y pernil.
Ingredientes (2-3 fajitas)
Ingredientes básicos:
- 1 calabacín grande rebanado muy fino.
- 1 huevo para pintar.
- Queso mozzarella en lonchas o rallado.
- 1 pizca de sal.
Equipamiento recomendado:
- Mandolina (preferiblemente) o cuchillo muy afilado.
- Papel sulfurizado.
- Pincel de cocina.
Preparación paso a paso
1. Preparación del calabacín
- Lava bien el calabacín y sécalo completamente.
- Técnica clave: Utiliza una mandolina para conseguir rebanadas uniformes de aproximadamente 2-3 mm de grosor.
- Si no tienes mandolina, usa un cuchillo muy afilado y corta con mucha paciencia para mantener el grosor uniforme.
- Las rebanadas deben ser lo suficientemente finas para ser flexibles pero no tanto que se rompan.
2. Preparación del horno
- Precalienta el horno a 180°C.
- Forra una bandeja de horno con papel sulfurizado.
- Posición importante: Coloca la bandeja en la parte más baja del horno para que el calabacín se cocine suavemente desde abajo.
3. Montaje de las fajitas
- Dispón las rebanadas de calabacín sobre el papel sulfurizado, superponiéndolas ligeramente para formar rectángulos del tamaño deseado para tus fajitas.
- Bate ligeramente el huevo y pinta toda la superficie del calabacín con un pincel.
- Distribuye el queso mozzarella uniformemente sobre cada fajita.
- Espolvorea una pizca de sal sobre cada una.
4. Horneado perfecto
- Hornea durante aproximadamente 15 minutos en la parte baja del horno.
- Indicadores de cocción: El calabacín debe estar tierno pero firme, y el queso completamente derretido.
- El borde debe verse ligeramente dorado pero no crujiente.
5. Enfriado, manipulación y relleno:
- Retira del horno y deja enfriar sobre la misma bandeja durante 2-3 minutos.
- En este punto, el calabacín debe ser flexible y manejable para poder enrollar sin romperse.
- Coloca una lámina, plato, tabla o tapete de silicona encima de las láminas de calabacín y dale la vuelta para poder rellenar, que quede la parte más crujiente hacia afuera cuando la cierres.
- Reparte tu relleno en la lámina de calabacín y cierra.
Notas importantes y/o sugerencias
Sobre el corte del calabacín:
- Grosor crítico: 2-3 mm es ideal; más grueso no se dobla bien, más fino se rompe.
- Mandolina vs cuchillo: La mandolina garantiza uniformidad, pero con paciencia se puede lograr el mismo resultado con cuchillo.
- Dirección del corte: Corta a lo largo del calabacín para obtener tiras más largas y manejables.
Sobre la cocción:
- Posición baja: Esto es crucial para evitar que se dore demasiado por arriba antes de cocinarse por completo.
- Temperatura moderada: 180°C permite una cocción uniforme sin resecar.
- Tiempo flexible: Puede variar entre 12-18 minutos según el grosor y el horno.
Sobre el montaje:
- Superposición: Las rebanadas deben solaparse unos 5mm para crear una base sólida.
- Huevo como pegamento: Ayuda a que las rebanadas se adhieran entre sí durante la cocción.
Ideas de relleno
Versión mediterránea:
- Tomates cherry, albahaca fresca, queso feta y aceitunas.
- Finaliza con un chorrito de aceite de oliva.
Versión proteica:
- Pollo a la plancha desmenuzado, aguacate y brotes tiernos.
- Añade una salsa de yogur griego con hierbas.
Versión vegetariana:
- Hummus, zanahoria rallada, pepino y rúcula.
- Perfecto para dietas plant-based.
Versión mexicana ligera:
- Frijoles refritos, pico de gallo y guacamole.
- Un toque de lima para más frescura.
Técnica de enrollado
Para un enrollado perfecto:
- Coloca el relleno en el tercio inferior de la fajita.
- Dobla los lados hacia adentro.
- Enrolla desde abajo hacia arriba, aplicando presión suave pero firme.
- Sella el borde con un poco de agua si es necesario.
Beneficios nutricionales
Esta base de calabacín aporta:
- Muy pocas calorías: Ideal para cenas ligeras.
- Alto contenido en agua: Hidratante y saciante.
- Vitaminas del grupo B: Importantes para el metabolismo.
- Potasio: Beneficioso para la función muscular.
- Fibra: Favorece la digestión.
Consejos de conservación
Para mejores resultados:
- Consumo inmediato: Las fajitas están en su mejor momento recién hechas.
- Refrigeración: Se pueden guardar las bases cocidas hasta 24 horas en nevera.
- Recalentado: Horno suave (150°C) durante 3-5 minutos para recuperar flexibilidad.
Variaciones de la base
Base con hierbas:
- Añade orégano seco o hierbas provenzales antes de hornear.
Base con especias:
- Espolvorea pimentón dulce o comino molido junto con la sal.
Base más proteica:
- Mezcla el huevo batido con una cucharada de queso parmesano rallado.
Conclusión
La fajita de calabacín demuestra que con técnica adecuada e ingredientes simples se pueden crear alternativas saludables sin renunciar al sabor. Su versatilidad la convierte en una base perfecta para infinitas combinaciones, adaptándose tanto a dietas específicas como a gustos personales.
Es una receta que responde perfectamente a la necesidad moderna de cenas ligeras pero satisfactorias, permitiendo disfrutar del placer de comer sin la pesadez de harinas refinadas. Una vez dominada la técnica, se convierte en un recurso invaluable para cenas rápidas y nutritivas.
¡La solución perfecta para cuando quieres comer bien sin complicaciones!
Comentarios
Publicar un comentario
Es un placer recibir su comentario. Gracias