Lasaña de calabaza

 

Lasaña de Calabaza: Versión casera de un clásico italiano

Una nueva interpretación del clásico

Hoy traigo otra lasaña, pero esta vez incorporando calabaza como protagonista especial. Siguiendo el mismo procedimiento que utilizo en todas mis lasañas caseras, esta versión añade un toque dulce y una textura cremosa que eleva el  plato tradicional. La combinación de capas perfectamente intercaladas de carne, quesos, bechamel, jamón, pasta y calabaza da como resultado un plato único perfecto para disfrutar en cualquier ocasión.

Ingredientes (6 porciones)

Para el montaje:

Preparación paso a paso

1. Preparación de la calabaza

  • Lava y seca completamente la calabaza.
  • Retira la piel si lo prefieres (aunque puede dejarse para más fibra).
  • Técnica clave: Utiliza una mandolina para cortar láminas finas y uniformes de aproximadamente 2-3 mm.
  • Las rodajas deben ser lo suficientemente finas para cocinarse bien pero no tanto que se deshagan.
  • Reserva las láminas de calabaza sobre papel absorbente.

2. Preparaciones previas necesarias

  • La salsa bechamel
  • La carne picada o en salsa.

3. Preparación de la fuente

  • Precalienta el horno a 180°C.
  • Elige una fuente rectangular honda para horno.

4. Montaje en capas

Proceso de capas intercaladas:

Primera capa (base):

  • Extiende una fina capa de bechamel en el fondo de la fuente.
  • Coloca láminas de pasta para lasaña cubriendo toda la superficie.

Segunda capa:

  • Distribuye una capa de carne picada en salsa uniformemente.
  • Añade láminas de calabaza superpuestas ligeramente.

Tercera capa:

  • Coloca lonchas de jamón de York cubriendo toda la superficie.
  • Distribuye queso Edam en lonchas.

Cuarta capa:

  • Vierte bechamel sobre el queso (poca, en mis lasañas pretendo que la bechamel aporte sabor, no que quede full crema que no pueda distinguir los demás ingredientes ).
  • Coloca otra capa de láminas de pasta.

Repetición del patrón:

  • Repite el proceso: carne, calabaza, jamón, queso Edam, bechamel, pasta.
  • Continúa hasta completar la altura deseada o acabar los ingredientes.

Capa final (superior):

  • Termina con láminas de calabaza.
  • Espolvorea abundante queso mozzarella rallado por toda la superficie.

5. Horneado

  • Cubre la fuente con papel de aluminio.
  • Hornea a 180°C durante 30 minutos cubierta.
  • Técnica importante: Esto permite que las capas se cocinen uniformemente sin dorar demasiado la superficie.
  • Retira el papel de aluminio y hornea 15-20 minutos más descubierta.
  • El queso debe gratinar hasta conseguir un color dorado apetitoso.

6. Reposo antes de servir

  • Paso crucial: Deja reposar la lasaña 10-15 minutos fuera del horno.
  • Este tiempo permite que las capas se asienten y sea más fácil cortar porciones limpias.

Notas importantes y/o sugerencias

Sobre el corte de la calabaza:

  • Mandolina imprescindible: Garantiza grosor uniforme en todas las láminas.
  • Grosor ideal: 2-3 mm permite que se cocine bien sin deshacerse.
  • Seguridad: Usa siempre el protector de dedos de la mandolina.

Sobre el montaje:

  • Orden consistente: Mantén siempre el mismo orden de capas para resultado uniforme.
  • Distribución uniforme: Cada capa debe cubrir completamente la anterior.

Sobre la cocción:

  • Horneado cubierto: Evita que se seque mientras se cocinan las capas internas.
  • Gratinado final: El descubierto final crea la costra dorada característica.
  • Reposo obligatorio: Facilita el corte y mejora la textura final.

Variaciones sugeridas

Versión vegetariana completa:

  • Sustituye la carne por una mezcla de setas salteadas y espinacas.
  • Mantén el resto de ingredientes igual.

Versión más ligera:

  • Usa bechamel elaborada con leche desnatada.
  • Reduce la cantidad de quesos o usa versiones bajas en grasa.

Versión más especiada:

  • Añade nuez moscada a la calabaza antes de colocarla.
  • Incorpora hierbas italianas a la carne en salsa.

Acompañamientos recomendados

Esta lasaña funciona perfectamente con:

  • Ensalada verde fresca: Contrasta con la cremosidad del plato.
  • Pan de ajo: Clásico acompañamiento italiano.
  • Vegetales asados: Para añadir más variedad al plato.

Beneficios de incluir calabaza

Ventajas nutricionales:

  • Vitamina A: Abundante en la calabaza, importante para la vista.
  • Fibra adicional: Mejora el valor nutricional del plato.
  • Dulzor natural: Equilibra los sabores salados de carnes y quesos.
  • Textura cremosa: Complementa perfectamente la bechamel.

Conservación y aprovechamiento

Almacenamiento:

  • Se conserva en nevera hasta 4 días en recipiente hermético.
  • Mejora con el tiempo: Los sabores se integran mejor al día siguiente.
  • También se puede dividir en raciones y congelar para retirar un día necesario.

Para congelar:

  • Congela porciones individuales envueltas herméticamente.
  • Dura hasta 3 meses en congelador.
  • Descongela en nevera antes de recalentar.

Para recalentar:

  • Horno a 160°C cubierto con papel de aluminio durante 20-25 minutos.
  • Microondas a potencia media si tienes prisa.

Consejos de presentación

Para servir:

  • Usa una pala ancha para extraer porciones limpias.
  • Decora con albahaca fresca picada por encima.
  • Acompaña con un chorrito de aceite de oliva virgen extra si lo deseas.

Técnicas para capas perfectas

Secretos del montaje:

  • Pasta al dente: Para que quede firme las coloco crudas, con los jugos de los demás ingredientes se cocina perfecto.
  • Salsas espesas: Evitan que la lasaña quede acuosa.
  • Distribución uniforme: Usa el dorso de una cuchara para extender cada capa.
  • Bordes limpios: Limpia los bordes de la fuente antes de hornear.

Conclusión

Esta lasaña de calabaza representa la perfecta fusión entre tradición italiana y creatividad culinaria. El procedimiento clásico de capas intercaladas se enriquece con la incorporación de calabaza, que aporta dulzor natural, cremosidad y un hermoso color anaranjado que hace el plato visualmente atractivo.

Es un plato único perfecto para disfrutar que demuestra cómo un ingrediente adicional puede transformar un clásico sin alterar su esencia. La combinación de texturas y sabores en cada bocado, desde la carne sazonada hasta la cremosidad de las bechamel y quesos, pasando por la suavidad de la calabaza, crea una experiencia gastronómica completa y satisfactoria.


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